Al nombrar a Hugo Passalacqua, uno se remite a su función política, la de llevar el rumbo de una provincia como Misiones que ha crecido notablemente en los últimos años. Pero detrás del Gobernador aparece la persona, un hombre sencillo, querido en el ambiente y siempre con actitudes que suman.
Acá es donde queremos hacer foco, desde que llegó a los Juegos Evita en Mar del Plata para acompañar a la delegación provincial, fue muy solicitado por los chicos para fotos, una simple charla, una selfie o hasta tomar unos mates. Él, sin ningún problema, se detuvo a cada pedido.
En la ceremonia de apertura lo vieron y lo ovacionaron más de 800 misioneros que esperaban la fiesta en plena rambla marplatense ¡Olé, Olé, Hugo, Hugo! se escuchaba con mucha fuerza tras su llegada, él agradeció con una sonrisa en su rostro, pero con algo de rubor en sus mejillas. No es muy común ver un contacto tan fluido entre jóvenes y nada menos que el gobernador de una provincia. En este caso la lógica quedó de lado, a tal punto que al llegar al hotel Luz y Fuerza donde se alojan los competidores de la tierra colorada, un niño de 12 años se acercó y pidió dedicarle una canción con su flauta, Passalacqua no solo accedió sino que acompañó con el movimiento de cabeza y pies “Ojos de Cielo” aplaudido por todos los presentes.
Luego tuvo tiempo para sentarse en una charla de café a dialogar con los periodistas totalmente distendido y hasta terminó cenando con los chicos que seguían emocionados por su presencia. Esa fue parte de la actividad del único gobernador presente en los Juegos, para dejar en claro que el deporte en Misiones es una política de estado. Así nos expresó esa misma noche en una nota realizada en vivo para NC2 por Canal 2 “el deporte es una escuela de valores, esto para nosotros es central, nosotros las herramientas a los chicos se las vamos a dar, pero básicamente los valores. Por algo Misiones ha llevado la bandera Argentina en la inauguración, hemos demostrado un comportamiento deportivo y extradeportivo ejemplar”.
En todo momento el gobernador acompañó a los chicos y disfrutó junto a ellos, tal es así que en el partido de básquet que observó, se animó a tirar al aro en el calentamiento previo y hasta efectuó algunos pases a los niños eldoradenses que no podían creer lo que estaban viviendo.
Esa simpleza es la que demuestra el mandatario en su día a día y lo refleja con actos sencillos, por ejemplo cuando los periodistas nos agolpábamos para sacar una foto suya con todos los competidores misioneros en la pista de atletismo, él con mucha tranquilidad se paró y dijo “esperen diez segundos que allá está viniendo un chico misionero que acaba de competir”, hasta en las actitudes espontáneas Passalacqua demuestra que es un misionero de ley.
Por Matías Zouvi
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